No se trata de mí, se trata de
quienes me formaron, de los que siempre estaban conmigo. No tengo nada que
ofrecerles, no tengo recursos, no tengo nada. Como compensare todo lo que han
hecho por mi…. ¿cómo?
Mi mente da vueltas y vueltas,
todos los días, a toda hora, en cada lugar. Saben mi preocupación no son los
vecinos, ni el estudio. No vivo para pensar en eso, vivo para pensar por qué
estoy vivo y es por ellos… les debo todo y cada suspiro.
A mi familia que me mostró el
mundo, grande y maravilloso, bello y a veces hasta espantoso, pero junto a
ellos nada parecía peligroso, hasta hoy.
Ya no soy un niño y ya no los
tengo junto a mí, la vida nos separó, ahora ellos dependen de mí. Ya no tengo
que seguir con mis planes al menos no como los soñé. Mis sueños ahora es
tenerlos bien y por eso, hoy mi preocupación son ellos.
Hoy he decidido dejar atrás,
pausar mis planes y luchar por conservarlos hasta el final, hasta que Dios le
complazca tenerlos a aquí.
No me preocupa, si podré caminar
o si no podré seguir… no me preocupan mis sueños, ni mi porvenir, hoy me
preocupa la fuente que Dios me dio para poder vivir.
Hoy mi preocupación es tenerlos
feliz.
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