Transitamos en un mundo que nos
hala por el camino que debemos, pero sin tener en cuenta realmente el que
queremos andar.
Hemos soñado con ser grandes,
soñamos con nuestros deseos a flor de piel, no con los caprichos de los demás. El
mundo nos da vueltas al andar y terminamos siempre haciendo las cosas por necesidad
y no por placer, hemos vivido luchando para progresar y al final
nuestra lucha
nos hace pausar y hasta olvidar nuestro camino.
Hemos olvidado inconscientemente
nuestro camino, empezamos a andar, con todas las expectativas al
margen, decididos a derrumbar cualquier obstáculo para poder llegar a nuestro
destino, pero nos desviamos sin darnos cuenta y nos hemos conformado con lo que
hemos encontrado en este camino alternativo.
Llega el punto en donde te
enteras, que otros empezaron a andar al tiempo que tú, pero estos ya llegaron a
su destino. Y te preguntas ¿en dónde estoy? ¿Qué paso con el camino que tome al
principio?
Te das cuenta que los factores;
sociales, familiares, económicos, religiosos, políticos, filósofos, entre otros
han desviado tu caminar por otro sendero distinto al que pensabas andar, pero igual no
hiciste nada por retomar aquel camino y ahora ya puede que sea muy tarde.
Así es como nosotros nos alejamos
del camino, sin importar el motivo hemos decidido no buscar nuevamente ese
camino que nos emocionó en un comienzo y ahora nos hemos conformado con aquel
que hoy transitamos por necesidad y no por placer.
Alejo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario