Y me dijo que no quería morir
solo, entonces me senté a su lado y morimos juntos.
Cuando en la vida los problemas
se convierten en abismo, no pensamos en
que vendrá una solución, solo pensamos en que debería existir alguien en las
mismas y cuando ese alguien aparece nos sentimos por un instante, por un mínimo
momento, nos sentimos vivos a pocos minutos de dejar de existir.
Es más fácil sentir complacencia
al estar apoyados en alguien que
comparte nuestra misma situación, aunque nos inundemos de pena y dolor, no
existe nada más refrescante que el consuelo de la misma tristeza en ese estado
de depresión.
Lo más lógico es tratar de salir
y superar cualquier adversidad, pero el tiempo de espera no es para todos, es
necesario el fin, incluso la vida nos lleva a la muerte.
A veces no queremos seguir
buscando una solución, a veces
necesitamos con quien terminar el camino cuyo final ya esta escrito.
@alejandro0322
Imagen.
http://www.neostuff.net/wp-content/uploads/2014/03/frustracion.jpg
Nota: Si quieres ser uno de nuestros autores, escribenos silencioverguenza@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario