Estamos en medio de
la vaga sinceridad, respetando todo aquello que es igual, pero
escondidos en el callejón del qué dirán. Se nos vienen ciertas
circunstancias algo difíciles de superar solos, pero gracias a Dios
existe un interés llamado “amistad” el cual se vale de las
necesidades emocionales para poder sacar provecho de dicho “honor”.
Cuando sabemos que
en la lucha se corre el riesgo de morir, es ahí donde se buscan
aliados estratégicos, personas dispuestas a entregar un poco para
recibir mucho. El bien y el mal no están tan alejados del todo, de
hecho son buenos amigos. El mundo esta balanceado entre buenos y
malos y ambos deben trabajar juntos y hacer planes para sobrellevar
un mundo que huye de ambos, ( yo huyo del bien, ya que es muy
perseguido) el mundo los ha dividido y ellos han recreado todo un
sistema para encerrarnos y vernos morir poco a poco. No existe la
amistad, pero si existe el trabajo en equipo, el interés común, los
socios y aliados. Todos estos se unen y componen el arma más
poderosa de todas ¡los amigos! Aquellas personas que no necesitan
pasaporte para entrar a tu habitación, pero que tampoco necesitan
una cita en la fiscalía para señalarte, hundirte y hacerte quedar
mal ante los buenos. Esos buenos que protegen al malo que ha probado
cuán hipócrita puedes llegar a ser.
He visto empresas
caer, pero he visto como se han levantado, pero algo diferente hay en
su caminar y es que la fuerza con la que mueven sus piernas realmente
no es de ellos, es de quien los levanto. Si la amistad existiera
todos seriamos libres, pero somos esclavos de los términos y
condiciones, además de políticas que cada individuo que se hace
llamar nuestro amigo conserva en su interior, entonces hablamos y
actuamos según nos convenga, tenemos que tener mil formas de
hablar, y en esa manera perdemos la esencia de quién en realidad
somos, a los demás les cuesta adaptarse y aceptar las
características diferentes , pero por cuestiones de intereses a
veces nos toca ser para alguien esa cosa horrible que en verdad no
somos.
La vaga sinceridad;
convertirse en uno más del sistema, abandonar las características
propias para obtener el titulo que todos sueñan… “amigo”.
Somos fichas, hacemos una tercerizacion con algo llamado amistad, que
cuando estamos triste nos consuela, cuando estamos despechados nos
anima, cuando estamos mal nos alienta, cuando estamos en crisis nos
brinda la mano, pero al final todo es un simple intercambio de
favores, mañana puedes ser tú el que este brindando la mano. Los
amigos se convierten realmente en una herramienta para sobrellevar
una vida mejor.
O díganme...¿Qué
seria la vida sin amigos? ¿En que banco podemos depositar nuestros
más grandes secretos? ¿Que entidad de salud va a venir corriendo a
atenderte? ¿Qué maestro estará dispuesta a darte las mejores
explicaciones una y otra vez? ¿ Que almacén de ropa permitirá que
te lleves la ropa que quieras sin pagar? Así que aprovechemos del
mejor sistema que puede existir hoy en día, pero recuerda que si un
banco no tiene dinero, si una farmacia no tiene medicamentos, si un
supermercado no tiene productos, entonces de nada nos sirven, un
“amigo” que no aporte nada a tu vida tampoco nos sirve.