27 de enero de 2018

Caída en picada

Me sentí tan cavernícola que no pude esconder mi cara de tonto. Había navegado por estas aguas miles de veces. Las tormentas no eran algo que me debilitaban, me hacían más fuerte. Han llegado nuevos años, que han consumido mi energía, mis ganas, mi felicidad.


Dar lo que tienes para sobrevivir a nuevos retos no es fácil. Si tan solo el tiempo se pudiera retroceder. Aprovechar lo que tenía; aceptación, reputación decente. No estaría de más volver a sentirse útil y en la gloria. No todos podemos tener juventud por siempre. Jamás me había tocado acumular tantas estrellas para crecer como ser humano, para denotar calidad y simplemente para ser agradable. Una vez me cuestioné si realmente yo era agradable, pero mis pocos pelos y ese puente entre lo que muerde… pues no creo que sea algo que les guste a todos. ¿ Algo que les guste a todos? ¿Por qué debo tener algo que le guste a todos? ¡Ay señor Alvarez…! Que tonto eres amigo mio. Tonto.

He caído. No es fácil ver tu descenso mientras ocurre, se vuelve un paisaje tenebroso. Triste. No he recibido tantas estrellas como he querido. He perdido tantas estrellas como ha sido posible. He callado cuando debí haber hablado. He hablado cuando debí haber callado. He abrazado cuando no debí. He negado abrazos cuando si debí darlos. Espejito, espejito, dime si aún respiro, ya no veo mi aliento empañado en tu destino. He caído carajo...y se siente tan mal. No siento mis piernas, ni mis brazos, pero si siento gran enojo con todo y todos. Pareciera que el mundo ya no me necesitara, como si mis palabras ya no tuvieran sentido, en resumidas cuentas… he caído.


Mis palabras quizá ya no tengan sentido, pero tienen fuerza. No callaré más un dolor, ni una pena, lo diré todo. Maldeciré cuando sienta las ganas de hacerlo, odiaré si es posible y gritaré con rabia “!PUTA MIERDA¡” sin vergüenza. No seré tan agradable de aquí a unos cuarenta años más, y no tendré estrellas suficientes para continuar siento parte de la sociedad, igual ya he caído. Mañana caerás tú.  



Imagen.